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Friday, June 09, 2006

GAP year: esta de moda

GAP YEAR. El año del paréntesis.
Colgar los libros antes de comenzar la universidad para viajar y tomar el pulso a la realidad. El fenómeno se llama gap year. Cada vez más valorado por el mercado laboral anglosajón, en España este periplo iniciático empieza a extenderse.
Paul Morand decía que el viaje es como una nueva vida, con nacimiento, crecimiento y muerte. El gran viaje es una vida dentro de otra, una prueba de resistencia y de imaginación a la que deciden someterse jóvenes de países como Dinamarca, Gran Bretaña o Australia. Cada año, estudiantes recién graduados deciden dar un salto de 365 días entre el final del instituto y el inicio de la universidad, es lo que los ingleses llaman gap year, 12 meses para hacer algo distinto a lo que hubo antes y, lo que habrá después. Una experiencia que algunos utilizan para disfrutar a tope y otros, para buscar dificultades que desarrollen su carácter o para hacer algo útil por la sociedad.
Ingleses, australianos e israelíes son los más aficionados a colgarse la mochila y recorrer el mundo acompañados de una guía (Lonely Planet, of course), habitualmente a la India y Tailandia, por baratos y exóticos. Pero en los últimos años este fenómeno ha generado toda una industria con agencias que ofrecen destinos divertidos o comprometidos para los aspirantes a un viaje iniciático. La web Gapyear.com, una de las agencias líderes en este sector, oferta un programa para dar clases en Tanzania, otro para trabajar en un parque natural de Sri Lanka con elefantes, para colaborar en los campos de arroz de Vietnam, ir a un orfanato en la India o convertirte en au pair (canguro) en Nueva Zelanda (qué paradoja). Hay propuestas de todo tipo y la página sirve como foro de encuentro para buscar compañeros de viaje o compartir sus aventuras. Según Tom Griffiths, uno de los fundadores de Gapyear.com, el 11 por ciento de los estudiantes británicos planifica su año sabático a través de estas agencias. «La mayoría utiliza su tiempo libre en ocupaciones más productivas de lo que esperan sus padres», afirma.
En Gran Bretaña, incluso los hijos del Príncipe Carlos han disfrutado de un gap year, en su caso con tintes solidarios. El príncipe William pasó los primeros meses haciendo ejercicios de supervivencia con la Guardia Galesa en la selva de Belice, después trabajó como voluntario en una comunidad pobre del sur de Chile. El futuro heredero estuvo dando clases de inglés a los niños e incluso ayudó a construir un puente. Unos años después, su hermano pequeño siguió sus pasos y decidió repartir su gap year entre una granja en Australia y un orfanato en Lesotho. En EE.UU. también hay empresas dedicadas al gap year, aunque aquí es menos común porque los estudiantes sufren mucha presión a la hora de conseguir plaza en una universidad. Si bien la excepción que confirma la regla es Harvard, ya que desde los años 70 el rector aconseja a todos los estudiantes en la carta de admisión que se planteen la posibilidad de hacer un gran viaje antes de empezar sus estudios.Chris Hickey, director del British Council (el organismo que difunde la educación y cultura británica, en España), cree que hay muchas razones para hacerlo: «Al viajar, se aprende mucho sobre otras maneras de pensar y uno es capaz de comprender mejor a los otros. No es sólo una cuestión de tener más experiencia laboral, sino de crecer como persona. Tras esta etapa son seres humanos más fuertes. No sirve de nada saber inglés si no sabes como funciona el mundo». El tipo de habilidades que adquiere un joven en estas experiencias son muy valoradas en Gran Bretaña por el mundo laboral y en nuestro país cada vez más. «Antes, el elemento diferenciador era tener un máster -explica Raúl Píriz, director de la revista Aprende Recursos Humanos-, ahora es la experiencia en el extranjero. Y no sólo por el idioma, una persona que ha viajado desarrolla elementos de adaptabilidad e iniciativa, y ahora las empresas no se fijan tanto en los conocimientos (que se dan por supuestos), sino en las aptitudes.»
Pero si tiene tantas ventajas el gap year, ¿por qué resulta tan poco común en España? Las respuestas son múltiples y tienen que ver con aspectos históricos y sociales. En primer lugar, el joven español no se independiza hasta que tiene un buen empleo. El 30 por ciento de los españoles entre 30 y 35 años vive con sus padres, una cifra impensable en países como el Reino Unido. Además, los estudiantes de aquí ven complicado compatibilizar trabajo y estudios, una conducta habitual fuera de nuestro país, donde los trabajos a tiempo parcial permiten a los jóvenes ahorrar dinero. Nuestro sistema educativo también es diferente. Si aquí una carrera puede durar cinco o seis años, resulta lógico que muchos tengan miedo de alargar aún más el periodo estudiantil para llegar al mercado laboral con 27 años. Este fenómeno sería impensable en la mayoría de los países europeos, donde una licenciatura sólo dura tres años y no existe el sistema de prórrogas y convocatorias múltiples para aprobar un examen. Pero hay otros aspectos, la condena social y familiar de los que ven un año sabático como una pérdida de tiempo en lo que es `verdaderamente´ importante para los hijos (títulos, estudios, másters.), una actitud muy propia de una sociedad que todavía sobrevalora la universidad y menosprecia la formación profesional. Por eso, los padres ven con buenos ojos que sus hijos se vayan fuera para estudiar con una beca Erasmus (una ayuda tan pobre que los obliga a financiar por completo la estancia), pero no conciben el hecho de que el viaje sea el fin en sí mismo.
Los padres ingleses también sufren con la marcha de los hijos, pero no se plantean decir `no´. El director del British Council en Madrid, Chris Hickey, acaba de vivir la experiencia porque su hija de 18 años se ha marchado para hacer un gap year en Chile: «Es natural tener muchas inquietudes como padre y pensar en todo lo malo que hay en el mundo, pero los jóvenes tienen el sentimiento de ser muy adultos y no hay manera de hacerles cambiar de opinión. Para los padres hay dos cosas muy importantes: primero, pedirles que esta experiencia esté sostenida por una agencia especializada que ofrezca garantías de seguridad y calidad; y segundo, no podemos olvidar los beneficios de esta experiencia, que los va a convertir en seres humanos más completos y que tiene un valor en el sector laboral».
Organiza tu `gran evasión´ en...INTERNET:
http://www.gapyear.com/ Una de las mejores agencias.
http://www.gapaustralia.com/ Para ir a las antípodas.
http://www.gap-year.com/ Todo lo necesario para tu viaje.
http://www.gapyearjobs.co.uk/ Trabaja mientras viajas.
http://www.euro-club.net/ Para encontrar trabajo y alojamiento en Londres.
http://www.accioninternacional.com/ Para trabajar comoau pair en el Reino Unido, cuidar caballos en Irlanda o ser enfermera en EE.UU.

LIBROS Y GUÍAS:
The Ultimate Guide to Planning Your Gap Year. De Tom Griffiths.
The Gap Year Guidebook 2005/6. Alison Withers (Editor).T
aking a Gap Year. Por Susan Griffith.

SOLIDARIOS POR 365 DÍAS. Un año de paréntesis también puede ser solidario:
Estas son algunas opciones:
www.ongsci.org/es Red internacional de campos de trabajo.
http://www.setem.org/ Campos de solidaridad en más de 30 países.
http://www.xarxaconsum.org/ Viajes a comunidades locales en países pobres.
http://www.sodepau.org/ Proyectos de desarrollo turístico local en Marruecos.
http://www.sodepaz.org/ Estancias para sensibilizar sobre otras realidades.
http://www.fundacionvicenteferrer.org/ Viajes turísticos a la India que incluyen una visita a los proyectos de la Fundación.
http://www.raleigh.org.uk/ Los hijos de Carlos de Inglaterra pasaron con ellos sus respectivos Gap Years.

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